"EL GENOCIDIO DEPORTIVO DE
Por Alfredo Armando Aguirre
Publicado en "Tercera Posición”(N°33), Buenos Aires,
Argentina Septiembre 1986,
y actualizado
a Enero de 1998, en "MUNDO AMATEUR", de Buenos Aires, Argentina, Num. 111, Mayo de
1998
Hace exactamente treinta años(Acotamos: en este 2006, medio
siglo), en el apogeo de
Mas para calibrar la magnitud de la tropelía cometida hay
que hacer una breve historia.
Para un pueblo de deportistas como el argentino, sería una
insensatez afirmar que el auge del deporte comenzó con el advenimiento del
justicialismo.
Lo que si es dable constatar que en el marco de significación
que experimento
hay que recordar que por ese entonces cuando no había
Secretaria de Deportes-
Hacia Junio de 1943, Argentina era una potencia,
deportivamente hablando. El gobierno revolucionario, decidió incrementar esas
posibilidades y es así como se participo con una nutridísima delegación en los
Juegos Olímpicos de Londres en 1948; se organizaron en Buenos Aires los
Primeros Juegos Panamericanos en el verano de 1951; se participo en las
Olimpíadas de Helsinki en 1952 y en los Juegos Panamericanos de Méjico a
principios de 1955.
Por supuesto que el apoyo no se agotaba en estos
acontecimientos, sino que se los menciona dado que eran los foros máximos para
el deporte mundial y continental.
Contra lo que algunos ligeramente sostienen, el deporte en
"la nueva Argentina" no era dirigido por el Gobierno. Y ello no
podría ser de otra manera ya que
Las frías estadísticas permiten verificar que a 1955,
Pero la fobia gorila demostró también en este sector, tan
caro a los sentimientos del pueblo peronista y del mismísimo general Perón, que
había que dar un escarmiento aleccionador. Y así con "
Al respecto vale recordar a la "Comisión Investigadora num.
49, que funcionaba en dependencias de
Pero para que el castigo sirviera de ejemplo, se escogió
como sanción la no concurrencia a los Juegos de Melbourne de aquellos que
tenían verdaderas posibilidades de podio y estaban sindicados como afines al
"régimen depuesto".
La decisión se termino de tomar el 29 de octubre de ese año ( Acotamos que los juegos se realizaron entre fines de
Noviembre y princicios de diciembre)
Para calibrar este atropello a los derechos humanos, habría
que recordar que el
óptimo deportivo es irrepetible; si a un músico le prohíben
un concierto, o a un pintor le prohíben pintar por un tiempo, o aun a un poeta
escribir por años, los talentos no se resienten. Pero a un deportista de nivel
mundial, unos meses pueden ser fatales y sobretodo en las Olimpiadas que se
celebran cada cuatro años. La soberbia gorila, consumo sus propósitos, a
despecho de la ola de algunas protestas internacionales (e indisimuladas complacencias
de otras) y nos quedamos sin varias medallas olímpicas.
Un ejemplo suele aclararlo todo: Ajustando sus preparaciones
con vistas a Melbourne, entre Febrero y Julio de 1956 los corredores de fondo,
Osvaldo Suárez y Walter Lemos, fueron batiendo sucesivamente el record
sudamericano de
El 7 de Julio de
1956, en una memorable carrera, batieron su propio record sudamericano de
El 16 de septiembre de 1956 , Lemos en
No los dejaron viajar, como a otros, pese a que tenían
posibilidades de podio.
Después de las olimpiadas (para que no quedara duda de que no
se los dejo ir) se les levantó la suspensión.
En
Consecuente con la política de destrucción del hombre
argentino, instaurada casi sin interrupciones desde Septiembre de 1955, el
deporte fue deliberadamente debilitado, a tal punto que hoy(nos
referíamos a 1986) es casi imposible retornar al nivel perdido. (Si es que
actualmente vale la pena tomar el nivel olímpico como referencia valida, habida
cuenta de la alteración que vienen experimentando los Juegos Olímpicos).
Lo precedentemente expresado, da sustento a nuestra afirmación
de que en 1956 se perpetró en
Publicado en "Tercera Posición”(N°33),
Buenos Aires, Argentina Septiembre 1986,
y actualizado
a Enero de 1998, en "MUNDO AMATEUR", de Buenos Aires, Argentina, Num. 111, Mayo de
1998