Revista Mundo Amateur Nº 119
¿EL
ALTO RENDIMIENTO DIGNIFICA?
Por Alfredo Armando Aguirre
Denomínese
a la corriente situación de la humanidad, "globalización",
"mundialización" o " universalismo", lo ciertos es que los
veloces y traumáticos cambios de situación, sugieren la reconsideración de todo
el quehacer humano. El deporte, en tanto juego sujeto a reglas, no puede
soslayar este desafío.
En
Argentina, contamos con un bagaje conceptual, que consideramos se revaloriza en
las presente circunstancias. Ese bagaje es el aportado tanto por concepciones,
como por algunas realizaciones del Justicialismo.
A
esta altura del devenir argentino, no se puede negar la inescindibilidad del
justicialismo en la cultura argentina. No es toda la cultura, pero es un
ingrediente substantivo.
Considerado
el deporte" como escuela de vida" , para un movimiento que trasciende
largamente lo político y que se autodefine como : "Una nueva filosofía
de la vida, simple, practica, popular, profundamente humana y profundamente
cristiana", es nuestra opinión, que dicha vinculación entre
"nueva filosofía de la vida" y "escuela de vida", o
viceversa, da lugar a sugerentes interpretaciones.
Allá,
por 1948, en los considerandos de un Decreto del Presidente Perón, que
estableció el examen médico predeportivo obligatorio, se expresaba que "el
fin del deporte, es la prevención de la salud y no la formación de campeones
" .
En
el Capitulo pertinente del Segundo Plan Quinquenal, se establecía que el
deporte tenia como objetivo: “Elevar el bienestar y la cultura general del
Pueblo y desarrollar los sentimientos de solidaridad social, sana emulación y
patriotismo".
Y
en el profético “Mensaje a los gobiernos y pueblos del mundo",
emitido por el general Perón, en Febrero de 1972, se incluía el
siguiente concepto: "la educación y el sano esparcimiento deben
reemplazar al consumo de bienes superfluos" .
Claro,
que entre el momento que se enunciaron esos conceptos (e incluso se llegaron a
plasmar), el mundo fue cambiando y gran parte de esos cambios, sucedieron en
Ello
ha generado muchas distorsiones conceptuales en el mundo deportivo argentino,
obviamente ellas se han incorporado a las actividades especificas.
Las
actuales circunstancias, aparecen como una circunstancia propicia, para empezar
a formular consideraciones, que apunten a una suerte de reingeniería de las
decisiones en la materia.
Se
esta comenzando a comprender, que con las decisiones públicas, no basta para
producir cambios o para mantener situaciones preexistentes. La creencia que una
norma general, podía producir cambios substantivos en algún sector de la
realidad, se va debilitando.
Gana
terreno la comprensión que hay varios niveles de decisión pública (Gobierno
nacional, provincias, Municipios y Universidades), lo que coexisten en armonía
y/o conflicto con las decisiones privadas de las asociaciones diversas y los
individuos.
Esto
supone que para inducir algún tipo de modificación o para mantener alguna
situación, en algún sector de la realidad (en este caso el deportivo), hay que
actuar tanto sobre las decisiones públicas como sobre las privadas.
La
puesta en marcha de los Juegos Olímpicos modernos, loable empresa humanista,
termino siendo absorbida por el deporte tal cual se había concebido y puesto en
marcha en Inglaterra. Su propulsor Pierre de Coubertín, cayo en cuenta poco
antes de morir, que su empresa se estaba prestando a tergiversaciones.
El
récord, la marca, comenzó a perfilar un modelo deportivo, que fue
ampliamente difundido, y al que fueron adhiriendo significativas partes del
planeta, al punto de casi convertirse en un modelo hegemónico en medio de las
manipulaciones políticas (recuérdese como uso Hitler y los países comunistas al
deporte), se cristalizaron conceptos como el "alto rendimiento"
y o el "deporte de excelencia".
En
nuestro país, esto fue asimilado, en el contexto de la irregularidad
institucional, que mas arriba señalamos, e ingentes recursos públicos y
privados, viene siendo insumidos desde entonces para alimentar este "modelo"
del “Deporte rendimiento". Y en esto pareciera no haber
discrepancias entre sectores dispares en lo ideológico. Caso paradigmático: el
entonces Centro de educación Física Numero Nº 1, luego Centro Deportivo
Nacional, hoy devenido en Centro Nacional de Alto Rendimiento, acorde, a las
pautas establecidas por un convenio que se realizará con Alemania Federal en
1971.
El
Fondo Nacional del Deporte creado en
La
pista atlética de solado sintético es un emblema de esta corriente y es un
valor que esta tan difundido, que los programas de Alto rendimiento, aprobados,
presupuesto mediante, por el congreso de
Y
nosotros, aunque reconozcamos que nuestra opinión sea minoritaria, pensamos que
el derecho a la practica deportiva, esta por encima a la actitud del alto
rendimiento.
Creemos
que el deporte debe ser un componente de la política educativa y de la política
social. Ello supone que al menos los recursos actualmente asignados
al fomento deportivo, deben incluirse en los programas sociales y los programas
educativos para los sectores carecientes.
Creemos
en la primacía del Club sobre la estructura de las federaciones,
actualmente monitoreadas por las centrales internacionales del Deporte.
Creemos
que la escuela debe actuar en intima relación con el club.
Creemos
que de acuerdo al principio de subsidiaridad el Municipio debe tener mas
protagonismo que los programas provinciales y Nacionales y,
creemos,
que clubes, escuela y municipio, deben optimizar los recursos afectados
al fomento del deporte, la recreación y la educación física.
Y,
básicamente creemos que las políticas públicas sectoriales de cualquier nivel,
deben respetar puntillosamente las preferencias y las practicas deportivo-
recreativas de la población o comarca.
Así
lo venimos propugnando desde hace algún tiempo, porque tenemos fundadas
dudas que el alto rendimiento dignifique. No creemos que el deporte de
excelencia sea una Escuela de vida, ni que el desarrollo del talento deportivo,
sea necesariamente un arquetipo humano a seguir.
Si
un talento deportivo es una buena persona, hay que apoyarlo, si no lo es, no. Y
ya hemos visto como la inconducta suele acompañar algunos casos de campeonismo.
Además
lo que importa es que la practica sea masiva aunque descentralizada o
desconcentrada. Y para ello es necesario el uso de tecnologías apropiadas. Y
para que las tecnologías adecuadas o apropiadas sean debidamente difundidas, hay
que trabajar mucho en el terreno de la actualización y el perfeccionamiento
docente, así como de la dirigencia deportiva y el periodismo especializado.
En
los tiempos que corren, el fenómeno de la sponsorización, debería asumir el
patrocinio de los talentos deportivos. Los fondos públicos deberían
direccionarse prioritariamente hacia el fomento de las actividades deportivo
recreativas de la niñez y de la juventud careciente.
En
lo que hace a los sectores que pueden acceder a esas practicas sin ayudas estatales,
solo hacen falta algún incentivo en los medios de comunicación, para alentar a
la ya probada vocación deportiva de nuestro país.
Como
ya expresamos en una colaboración anterior por este medio,
Es
una buena oportunidad para, que quienes creemos que el deporte es "escuela
de vida", comencemos a esbozar los trazos de una reingeniería pública
y privada, que permita la "dignificación" de los argentinos a través
del deporte y la recreación, mediante el empleo creativo y altamente
descentralizado o desconcentrada de tecnologías adecuadas o apropiadas de muy
bajo costo, respetando escrupulosamente la preferencias de la gentes sobre el
particular..
(Buenos
Aires, 18 de Febrero de 1999)