DE LAS CRECIENTEMENTE MAYORITARIAS ARGENTINAS
"TRANSOCCIDENTALES"
Por Alfredo Armando Aguirre
https://choloar.tripod.com/choloar.html
Formulamos la presente comunicación, frisando los 62
años de edad, desde nuestro entorno del Área Metropolitana de Buenos Aires,
en la margen occidental del Río de la Plata.
Hacemos esta aclaración, porque por mas esfuerzos que deliberadamente hagamos no podemos
sustraernos de nuestra inercia geocultural; ni de las concepciones "porteñocéntricas", de las que no obstante tener todas
las reservas, influyen innegablemente a través de los medios de comunicación en
modo alguno neutrales o asépticos.
En esta oportunidad, intentaremos minimizar las
menciones de autores y personajes. Ello no implica que reconozcamos que hay
poco de originalidad en estos contenidos, ya que no hacemos mas que reelaborar
aportes que hemos ido reconociendo en nuestras comunicaciones previas, por lo
que si alguno quiere consultarlas nos remitimos al vínculo donde se consignan
nuestras previas comunicaciones escritas( https://choloar.tripod.com/trabajos.htm ).
"Todo escrito es autobiográfico";
"Describe tu aldea y serás universal"; "Sólo podemos ver fuera lo que tenemos adentro", y "la
realidad es producto de la imaginación", forman parte del conjunto de
apotegmas que junto con otros, que eventualmente iremos desgranando, orientan
nuestros estudios sobre los asuntos argentinos inmersos en el acontecer
planetario.
Respecto a dicho acontecer, hay
una suerte de consenso acerca de que su presente se caracteriza por una
crisis multidimensional cuyos efectos de mayor repercusión estarían lejos de
haber sido alcanzados.
Al solo titulo de hipótesis se puede asumir que la
actual situación, pareció comenzar a configurarse entre 1972 y 1973. Por
supuesto que en el campo de las Humanidades o ciencias del Espíritu y la
Cultura, prevalecen los desacuerdos, y hay opiniones que esos inicios vienen de
mucho antes.
Lo concreto es que el punto de ruptura de esta
situación, pareciera haberse producido en los últimos meses del año 2008, con
la convulsión del sistema financiero de los Estados Unidos de Norteamérica.
Esta suerte de "punto de inflexión", es apreciado por algunos sectores como una consecuencia
lógica de la triple crisis energética, ecológica y alimentaria,
que en sus posiciones mas extremas estima que esta en juego la viabilidad misma
de la vida en el Planeta Tierra. Nuestro planeta. Nuestras vidas o las de los
que nos sucedan...
Ante una situación de crisis innegable, vuelve aflorar
aquello que "crisis también significa oportunidad". Y aunque pueda
sonar a "frase hecha", nos parece que la crisis planetaria
multidimensional en curso es una oportunidad (la oportunidad de las actuales
generaciones) para un reprocesamiento de los "asuntos argentinos". En
otras palabras: de dar replicas o respuestas propias desde "nuestro lugar
en el mundo".
Creemos necesario consignar, que el presente
desarrollo, utiliza en forma heteredoxa, en gran
medida conceptos tomados de las distintas escuelas de lo que se conoce
indistintamente como Antropología Cultural o Etnología( disciplina que
“descubrimos” en el último cuatrimestre de nuestra carrera de grado ,allá por
1969), e incursiona con alguna timidez en el ámbito de la Antropología
filosófica.
Desde esas atalayas conceptuales, los comportamientos
humanos insertos en específicos contextos espacio temporales, suelen verse
distintos que cuando se utilizan herramientas conceptuales diferentes de las
aquí enunciadas.
No se trata de descalificar otros abordajes, sino de
aproximarse al flujo o fluencia vital argentinos, que aveces,
evidencian persistencias y variantes, que suelen escaparse cuando se formulan
apreciaciones coyunturales.
Desde nuestros estudios medios, portamos en nuestra
bodega conceptual la noción de gama, espectro o arco iris. El concepto alude a
que los límites en lo que hace a actitudes humanas distan de ser tajantes
y mas bien los límites entre una situación y otra son difusos, además de
cambiantes. Y esto se puede dar al interior de cada parábola vital considerada
separadamente.
En una perspectiva antropológica o etnológica, forma
parte de nuestras más arraigadas convicciones la que no existen una Argentina
sino varias. Como ya lo anticipamos, descartamos pretensión de originalidad. No
obstante, como este tipo de temáticas tiene una impronta conflictiva, hemos
intentado dar una denominación lo mas aséptica posible en nuestra opinión claro
está.
Así, ya hace tiempo que utilizamos la noción de arco
iris, espectro o gama, ubicando en un polo del mismo a lo que denominamos las
Argentinas "Intraoccidentales",y en el otro
a las Argentinas "Transoccidentales".
En un intento siempre provisorio de caracterización
(Este ensayo transita por el sendero del esbozo tal como se emplea en
Arquitectura), podemos sostener que las Argentinas
"Transoccidentales" encuadran a las personas que descienden al menos
parcialmente de las etnias precolombinas, y en menor medida
de esclavos africanos. Hay miscegenación entre aborígenes y africanos. Y
también el aporte de las migraciones europeas o de Cercano oriente de extracción
rural, que habían sido reluctantes a las "occidentalizaciones"
compulsivas, en sus lugares de procedencia.
Las "Argentinas intraoccidentales" encuadran
a las personas, preponderantemente descendientes de emigrantes europeos o de
Cercano Oriente, preponderantemente de extracción ciudadana, que han venido
aceptando acrítica o críticamente las pautas que sucesivamente ha impuesto la
cultura occidental o euro americana, por intermedio de los sectores ocupantes
de las posiciones de poder, así como por los medios masivos de comunicación.
Predominan en todas las instituciones formales públicas y privadas, con excepción
de algunos sindicatos obreros. También en las agrupaciones politicas de todo el
espectro político.
La noción de especto o gama permite inferir que hay
posiciones intermedias entre el polo "transoccidental" y el
"intraoccidental. No puede descartarse que haya casos de desplazamientos
de polos a lo largo de parábolas vitales, o, con sus imaginables desajustes,
la "convivencia" de ambos polos en una misma persona.
Independiente de los marbetes escogidos, la
diferenciación se remonta al traumático encuentro entre los colonizadores y
evangelizadores españoles, y las etnias que estaban aquí "desde el
origen". Sin embargo, la creciente "visibilidad" del fenómeno,
es relativamente reciente, y mas reciente aun el comienzo de su tratamiento
intelectual.
Los acontecimientos argentinos de octubre de
1945, aparecen como emblemáticos respecto a lo señalado en el párrafo
precedente. De allí el juicio de valor negativo, tras el calificativo de
"aluvión zoológico", al que seguiría el juicio de valor
reivindicativo con el "grasitas".
Ya para esa época, habían hecho su entrada en las
Argentinas, principalmente vía la cinematografía, con el apoyo de la prensa
gráfica, las pautas del " American
Way of life".
Por sus posibilidades difusivas, este elemento fue más masivo, que la adopción puntillosa que
los sectores "intraoccidentales", venían haciendo de las
costumbres o modas parisinas y londinenses. Por esos tiempos, todavía existía
un sector tradicional, detentador de grandes superficies agrarias en la
"Pampa húmeda", que con el paso del tiempo devendría poco relevante
en términos de influencia cultural.
Paradójicamente, los sectores "intraoccidentales",
habían constituido una pujante clase media, que se fortaleció materialmente con
el fenómeno peronista, del que fueran acérrimos enemigos. Ya para ese entonces,
asomaban aisladas críticas a este sector, que seguiría creciendo luego de la
autodenominada "Revolución Libertadora", y que mantendría ese
relativo ascenso hasta entrada la década del 70.
En los tiempos que corren comienza a hacerse mas patente,
al menos para ciertos sectores, en los cuales nos encuadramos, que hay unas Argentinas "Intraoccidentales" y otras Argentinas
"transoccidentales". Las mismas conviven forzada y
traumáticamente. Sustentados en marcos teóricos provenientes de las Antropologías
y las etnologías, sostenemos que estamos ante dos paradigmas culturales o
dos cosmovisiones(Weltanschauung).Ninguno
mejor que otro. Ninguno superior que otro. Más si, queda claro, que los paradigmas
que se polarizan en lo "intraoccidental" y en lo "Transoccidental",
son cualitativamente diferentes.
Aunque esta característica, haya sido así desde el
principio del contacto entre lo precolombino y lo "occidental", queda
por estos tiempos mas evidente que por una mera razón de alta
fecundidad de las mujeres "transoccidentales" y una baja
fecundidad de las "mujeres " intraoccidentales", los argentinos
"transoccidentales" son una mayoría demográfica creciente. A esto han
hecho su contribución, la migración que en las últimas décadas se ha
incorporado a este polo, proveniente de Bolivia, Paraguay y Chile. Migración
con gran congruencia sociocultural con las poblaciones de las provincias
argentinas vecinas a esos países.
Esta mayoritariamente creciente población con pautas
"transoccidentales", es el dato a nuestro juicio mas
relevante de los "asuntos argentinos" contemporáneos. Porque esta mayoría
en términos demográficos, se proyecta en todas las dimensiones del quehacer
humano. Y se nos hace que este fenómeno, emblematizado en la "cumbia villera", es algo de muy difícil metabolización
para los sectores de la decreciente minoría "intraoccidental", que
pese a tal condición, siguen siendo mayoría en las
instituciones publicas y privadas, particularmente en sus estamentos
directivos. Desde allí(por ejemplo desde los grandes
medios de comunicación),irradian concepciones, obviamente pertenecientes al
arco ideológico "Intraoccidental", las que como no podía ser de otra
manera son decodificadas por las mayorías transoccidentales de manera distinta
a la de los portadores de los códigos emisores.
Frente a una cámara o micrófono o exposiciones públicas,
los sectores intraoccidentales, se esfuerzan por parecer receptivos a este fenómeno.
Ya tenemos muchas décadas en nuestras espaldas, como para decir, que cuando esa
"publicidad " no existe, asoman resistencias de alta irracionalidad, todas
susceptibles de ser tipificadas como sancionables por la legislación en materia
de discriminación, racismo y xenofobia. Un campo de confrontación cotidiana
entre las Argentinas Intraoccidentales y las transoccidentales, son las
habituales peleas entre los conductores de ómnibus (abrumadoramente
pertenecientes al polo transoccidental) en el área metropolitana de Buenos
Aires, y las pasajeras (habitualmente son mujeres) que pertenecen al sector
"intraoccidental".Ya sabemos con las frases despectivas, por parte de
las pasajeras indignadas con que terminan estas disputas.
En materia de politicas públicas, hechas las
salvedades de los abismos de legitimidad entre los gobiernos de facto o pseudo
democráticos, y los democráticos, las mismas son formuladas e implementadas por
personas pertenecientes al polo intraoccidental. Ello es un dato estructural
plasmado en los presupuestos públicos. Y aún hechas con la mejor buena
voluntad y eficiencia, pero con sus propias pautas culturales, que son
distintas a las pautas culturales de los presuntos beneficiarios de esas
políticas: Ello es más palpable, sobre todo, en las direccionadas a
sectores donde es abrumadora la presencia de argentinos transoccidentales.
Esto se da también en la cotidianidad como por ejemplo
la relación en los llamados "countries",
que funcionan con personal que vive en asentamientos precarios, para servir a familias "Intraoccidentales".
O la labor de los llamados "cartoneros"( transoccidentales hasta los tuétanos), que van en búsqueda
de su sustento, en aquellos barrios de mayor poder adquisitivo o donde se
concentra la actividades comercial y financiera( "intraoccidentales"
por antonomasia).
La capacidad de "resiliencia" de estos eufemísticamente
denominados "recicladores urbanos",es un
indicador de la mayor capacidad de los argentinos
"transoccidentales",para procesar los efectos de la crisis global en
curso, la que golpea al corazón de las Argentinas "intraoccidentales"
estrechamente vinculadas a las estructuras occidentales en curso de colapso,
estructuras a las que en la mayoría de los casos han venido adscribiendo y
sosteniendo acríticamente, contribuyendo a consolidar los mecanismos que trasnacionalizaron la economía formal argentina a partir de
setiembre de 1955.
Saltemos de lo etnográfico a aspectos de tipo
demográfico, que son obviamente indesglosables del flujo o fluencia vital de
las Argentinas. Hacia fines del año 2008, se estimaba
que la población argentina superaba ligeramente cuarenta (40) millones de
personas. Estas personas estaban agrupadas en su inmensa mayoría en alrededor
de 1610 centros urbanos superiores a las seiscientas personas. La distribución
de esta población se localizaba en la red de asentamientos urbanos que se
configuró entre 1880 y 1914, con la expansión acelerada de la red ferroviaria,
la que terminó de configurar a las Argentinas "postcolombinas",
que se había esbozado con las doce fundaciones españolas acaecidas entre
la mitad del siglo XVI y las primeras décadas de siglo siguiente.
Ya en el Censo Nacional de 1914, se hacia evidente una
distribución demográfica, que se concentraba en las grandes ciudades, particularmente
en la de Buenos Aires y sus alrededores.
Hay tesis doctorales presentadas a la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires, demostrativas, que ya superó el
siglo, la consideración como problemática, de la concentración demográfica en
el Área metropolitana de Buenos Aires. Hay toda una corriente de opiniones-en
la que nos enrolamos- que viene denunciando esa situación como anómala. Pero
seria una necedad, desconocer que la dinámica
de
concentración persiste y ha soslayado todos los avatares institucionales
devenidos desde el momento en que el fenómeno se hizo evidente, así como los
ensayos gubernamentales para intentar atenuar esa concentración.
Ese fenómeno se ha repetido en menor escala tanto
alrededor de las capitales de provincia, como en otras ciudades de relevancia
propia.
Se perciben pues un proceso de acumulación de riqueza
y de pobreza. Y se genera el encuentro traumático entre los dos extremos del
polo arriba identificado, en las dimensiones cuantitativas también apuntadas.
Los así llamados pobres y los
"empobrecidos", conviven con los sectores que detentan el manejo de
las instituciones formales públicas y privadas. La recuperación del Estado de
Derecho a partir de diciembre de 1983, con el marco de legitimidad que
comporta, no consigue procesar este fenómeno, que pareciera tener visos de
inexorabilidad. Inexorabilidad que resulta llamativa atento, se cuenta con una dotación
de recursos naturales,
que da la posibilidad de revertir los cuadros de carencias múltiples y
crecientes que son perceptibles para quien recorra los arrabales metropolitanos
argentinos.
Los emigrantes desde el interior y desde algunos países
limítrofes, han venido obviamente con sus pautas culturales. Señalamos mas
arriba que prácticamente no había fronteras culturales entre las provincias
argentinas y los países con los que tenían límites.
Las consideraciones demográficas precedentes, refuerzan
las etnográficas precedentemente formuladas.
Este es el panorama que percibimos, actualizado al
verano austral de 2009.Una convivencia traumática entre dos cosmovisiones: una
crecientemente demográfica, y otra decreciente en el mismo campo. La creciente
fue siempre mayoritaria, aunque ahora se torna más "visible". Y la minoría
decreciente, aun detenta el control de las instituciones formales publicas, privadas y hasta comunitarias. Una digresión sobre
le párrafo precedente, la constituye la circunstancia que en
términos electorales las crecientes mayorías transoccidentales vienen votando candidatos propuestos por las estructuras
formales intraoccidentales, que tienen obviamente perfiles del polo que los candidatea. Esa característica se estaría revirtiendo
paulatinamente a partir de los niveles municipales y de algunas provincias.
Cuando la última Convención Nacional Constituyente, un miembro de la misma
advirtió las consecuencias politicas de un distrito único para las elecciones presidenciales.
Así, las Primera y Tercera Sección electorales de la Provincia de Buenos Aires,
que encuadran a los distritos del conurbano bonaerense, donde la creciente
mayoría transoccidental es contundente. Ello tendrá traducción en los
pronunciamientos electorales futuros.
Nos da la impresión, que la minoría decreciente, es
reticente en al menos asumir, que hay una mayoría creciente que tiene idiosincrasias,
estilos de vida o modos de estar siendo, que le son antagónicos, o en el mejor
de los casos distintos.
Ese panorama de desencuentros es aquel desde donde las
Argentinas deben procesar la crisis multidimensional
que conmueve al planeta. Las tensiones entre las tendencias globalizantes
y las reacciones localistas, son algo con lo que habrá que acostumbrase a
convivir.
Sabemos que serán excepción los argentinos
"transoccidentales " que lean estas digresiones. Mas bien serán
argentinos "intraoccidentales", muchos de los cuales, hasta se podrán
irritar por nuestros enfoques.
Pero esto es lo que vamos concluyendo a lo largo de nuestra
intensa parábola vital.
Como ya lo hemos sostenido en anteriores
oportunidades, anhelamos que estos complejos panoramas se procesen- no digamos
resuelvan- de manera democrática y pacífica.
Sabemos que nuestro anhelo tiene mucho de utopía.
Apostamos a ellas desde nuestro entornos específicos, convencidos de las
soluciones solidarias instrumentadas "cara a cara", en cada barrio,
en cada comarca, en cada pequeña localidad o asentamiento; encuadradas en las
entidades de bien publico de primer grado y en su
respectivo municipio.
Redactamos la presente comunicación -una suerte de
actualización de las anteriores- convencidos que cada persona, por el sólo
hecho de existir es una entidad superior, y puede dignificarse, libre y
responsablemente, mediante el ascenso conciente de su individualidad.
(Redactado en Buenos Aires, entre el 13 y
el 19 de febrero de 2009)