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Por Alfredo Armando Aguirre
https://choloar.tripod.com/choloar.html
Existen personas que desde principios de la década
del setenta, están sensibilizadas por los contenidos de
No es menester ensayar una definición especifica del
significado del eslogan "american way of life".Descontamos
que haya matices interpretativos.
A los efectos de la presente comunicación(obviamente
limitada por el carácter monográfico de la misma implicado en nuestras propias
limitaciones), dicho "american way of life"
alude al conjunto de utensilios y pautas de comportamiento que fue adaptando la
clase media de los Estados Unidos de Norteamérica, luego de la gran depresión
del 29 y que la industria cinematográfica de ese país difundió por el planeta, ayudaba
por los avances de ese "séptimo arte", y apoyado por la expansión de
la radiodifusión, la industria discográfica, las revistas de novedades y los
periódicos. Tal vez se pueda argumentar que esta difusión estuvo precedida por
la difusión de las pautas de vida ingleses y las costumbres parisinas. O buscar
una solución interpretativa ecléctica que haga converger las influencias
comentadas.
Mas como nuestro "lugar en el mundo " es
Se dice que Napoleón pensaba que un ejemplo
suele aclararlo todo. Asumamos esa aseveración como cierta y remontémonos a un
filme argentino, de principios de la década del 50 o tal vez fines de los
40.Ese filme se titulaba "Los Pérez García".El filme aprovechaba el
éxito obtenido, por una audición radiofónica, de muchísima audiencia de la
misma denominación , que de lunes a viernes al
anochecer, reflejaba las tribulaciones de una familia tipo de clase media de la
ciudad.
Dicha audición permaneció en el aire por décadas y su
popularidad fue tal, que en las conversaciones cotidianas, cuando una persona
contaba a otro sus problemas, o cuando otras personas hablaban de otra personas
con problemas personales o familiares, se había acuñado la frase: "Este o
esta tiene más problemas que los Pérez García".Había un personaje muy pillo
él, a tal punto, que cuando en alguna familia aparecía un aprovechador al
estilo del personaje, se lo apodaba de "Castilla".
Bueno, lo concreto es que en el filme -de escasa calidad
digámoslo al paso- aparece un vendedor de una aspiradora de polvo, protagonizada
por un conocido actor - periodista de la época, Carlitos
Ginés.
Mas allá de los méritos artísticos de ese filme, reflejaba
de la entrada a pleno en Argentina, del "american
way of life"
como paradigma. Y si decimos paradigma y no realidad, es porque en realidad, y
como no podía ser de otra manera ese "american way" sólo penetró en ciertos sectores. Aunque fue
tomado como marco de referencia para amplios y crecientes sectores de la población.
A ello contribuyó el período de bonanza que transcurrió en
Algunos de los componentes mas
emblemáticos -pero no los únicos- de ese "american
way" eran el automóvil particular, los
materiales plásticos y los electrodomésticos.
Los electrodomésticos que se fueron ampliando en cantidad
y perfeccionado en calidad hasta los días que corren, partían del supuesto que
al incorporarse la mujer al mercado de trabajo, esta debía, ocupar menos tiempo
en la atención del hogar. Subyacía a ello un concepto que es posterior
: el de "sociedad Industrial" y "hombre industrial",
sobre el que tanto machacaban los docentes en las universidades, como si fuera,
el pináculo del bienestar. Ese uso de los electrodomésticos iba acompañado, de
toda una proliferación del sector servicios y su coronamiento podrían
considerárselos primero los "supermercados ", y después "los shoppings". Estos últimos puntos de ventas de las
mercaderías de determinadas marcas, que ya se comercializaban a nivel
transnacional, a tal punto que hoy en un shopping
instalado en cualquier gran o mediana ciudad del mundo, las marcas y sus
respectivos "logos" son los mismos y lo
único que cambia es el respectivo idioma, que convive con el idioma de donde
provienen las marcas, por lo general de países del grupo de los 8.
Pasamos por alto los efectos negativos que estos esquemas
de consumo han generado en países como Argentina, contribuyendo a su
"descapitalización",porque lo que nos
interesa recalcar es que todo ello devino en la internalización
de pautas a la cotidianidad de una parte significativa de sus habitantes(ello
es extrapolable a muchos países), implicando una
incorporación a su fluencia cultural.
Y la antropología cultural o etnología nos enseña
que cuando algo se incorpora al fárrago de una cultura, no es fácil cambiarlo,
salvo una circunstancia por demás traumática.
Todo parece indicar que la circunstancia traumática ya ha
llegado y con visos de permanencia...
En este tipo de desarrollos, hay muchos conceptos
subyacentes, a los efectos de no alargar los mismos. No obstante se debe tener
particular tino, de consignar todos aquellos conceptos que hagan comprensible
los mismos.
Si bien el "american way of life",
tiene sus propios contornos, no debiera considerárselo como un complejo de
cosas nacidas de la nada o de "base cero", sino como una actualización(upgrade) de lo que
algunos denominan cultura "euro-americana" u Occidental.
A trazos gruesos seria como una continuidad del estado de
cosas, formalizado por pensadores como Newton, Descartes y Laplace,
pasando por la innegable influencia de todo lo impuesto por las culturas
inglesas y parisina, que por estas latitudes tuvo promotores como Manuel
Belgrano, Bernardino Rivadavia, Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino
Sarmiento.
Mas, ¿Que es lo subyacente a nuestros propósitos del
"american way of life", y sus precedentes
ingleses y parisinos?:Que sus artefactos culturales, insumían
hidrocarburos, para su fabricación,funcionamiento o
reparación.
La relativa disponibilidad de hidrocarburos, primero
carbón mineral y gas de carbón; luego petróleo y gas de petróleo, lograron
hacer que el publico en general, soslayara su
importancia, la que nunca fue subestimada por los gobiernos ni por los grandes
intereses económicos.
El intenso crecimiento del "american
way of life",
implicaba los consecuentes incrementos en la demanda de recursos energéticos. Por
ello, apenas comenzaron a insinuarse , las
limitaciones de producción o de abastecimiento de hidrocarburos líquidos y
gaseosos, comenzaron a insinuarse sustitutos o complementos como la
energía hidroeléctrica y la nuclear. Con el tiempo ambas fuentes comenzarían a
ser cuestionadas por sus potenciales efectos nocivos, particularmente la
nuclear.
Mas englobando en un solo paquete, dúctil por demás a las
incorporaciones tecnológicas, al "american way of life",el mismo fue dejando de lado sea traumáticamente
,sea paulatinamente, a toda la cultura preexistente de resolver la
cotidianidades de la gente común.
El párrafo precedente, podrá parecer una perogrullada, pero
cobra relevancia ante el desafío insoslayable de comenzar a vivir casi sin
hidrocarburos.
En los principios del presente desarrollo, aludíamos a la
denuncia de una triple crisis energética. ecológica y alimentaria",documentada por
En los días que corren cuando la cuestión del
"cambio climático global",gana los titulares
de los medios masivos de comunicación y las agendas gubernamentales y académicas,
resulta evidente que las tres dimensiones son indesglosables.
El intenso consumo de hidrocarburos, genera
volúmenes dióxido de carbono, que naturalmente no se pueden absorber. Ello
genera alteraciones en el clima que no sólo ponen en riesgo esquemas
productivos, sino la posibilidad misma de vida en el planeta.
Así, sin anestesia. Esto no es una novedad, porque hubo
muchas voces pioneras. Algunas tomadas a la chacota como las del movimiento
"hippie" en
Algunos científicos sostienen que hay que poner limites a las emisiones de dióxido de carbono, considerado
una de las fuentes mas peligrosas de contaminación, aunque no la única.
Otros sostienen con fundamento que directamente hay que
eliminar dichas emisiones, para que la vida en el planeta continué.
Y por aquello de la indesglosabilidad
arriba apuntado, se plantea la cuestión que los sustitutos de los
hidrocarburos, como serían los biocombustibles, podrían
poner en riesgo la seguridad alimentaria de los
sectores mas carecientes de la población planetaria.
El abanico de soluciones-que es dable comprobar gracias a
las posibilidades de Internet, y que su conocimiento esta en gran parte
limitado a mundos como el hispanolusoparlante, porque
los contenidos que circulan están todavía mayoritariamente en idioma
ingles- oscila entre lo que estiman que toda esta compleja problemática tiene
soluciones tecnológicas y los que creen que solo un "cambio
cultural", puede permitir abordar esta crucial problemática.
Aunque personalmente somos más propensos a esta posición,
somos de los que creemos que una incorporación critica de las tecnologías
existentes o a generarse, es compatible con un cambio cultural.
Hemos sostenido que podemos armonizar pautas como
las de la "economía doméstica" con las denominadas "tecnologías
disruptivas", si hacemos una apropiación crítica de las mismas.
Circunscribiéndonos al caso argentino (y sin perjuicio que
ello sea transportable a otros contextos geográficos), estimamos que podemos
minimizar nuestras "huellas de carbono", o sea minimizar o
directamente eliminar las emisiones de dióxido de carbono que cada uno genera
en sus quehaceres cotidianos, retornando a las practicas de la "economía
doméstica" o casera, con las incorporaciones tecnológicas
compatibles con el objetivo de no contaminar y depredar.
Dichas practicas- que como lo hemos sostenido reiteradamente
pueden ser columbradas en los "almanaques del Ministerio de Agricultura
Ganadería" que se editaron en Argentina entre 1925 y 1954- fueron
paulatina o traumáticamente sustituidas por los
artefactos y las practicas que formaban parte del "american
way o life".
Argentina: por la capacitación de su capital humano; por
su configuración geográfica; por la distribución de sus centros poblados, y por
su dotación de recursos naturales, está en una situación ideal en relación a
muchos países.
Casi se nos estaba escapando de consignar, que en
este cuestionamiento al "american way of life",
que es una constante en nuestro ya prolongado discurso; las mas acerbas
críticos provienen de los mismos Estados Unidos de Norteamérica. Ya hemos
mencionado a la actitud pionera de los hippies
californianos; mas actualmente hay mucha gente embarcada en proyectos como
"ecovillages", "post Carbon societies", y
implementando un concepto que ellos denominan "relocalizing",
que es bastante similar al que nosotros venimos predicando como "neorruralización".
Eso incluso se esta reflejando en los filmes llamados
"ecothrillers".
No nos caben dudas que un cambio cultural es inexorable
para que la población argentina pueda lograr una alta calidad de vida mediante
el desarrollo sustentable o sostenible. No debe soslayarse que esos objetivos
deben compatibilizarse con un combate encarnizado contra la pobreza y la
indigencia. Aunque vale consignar que los pobres e indigentes, parecieran estar
culturalmente mas preparados, para este insoslayable "cambio
cultural".
Minimizar o eliminar las emisiones de carbono, en
cualquier punto del planeta, que por ahora está organizado es Estados-Naciones
que paulatinamente se van encuadrando en las pautas que genera el sistema de
las Naciones
unidas, influenciado
por el G- 8,y que los respectivos parlamentos nacionales van convirtiendo en
leyes, es la voz de orden; minimizar o eliminar las emisiones de carbono,
reiteramos, implica que deben dejar de circular los ocho
millones de automotores que actualmente circulan por Argentina.
Las circunstancias y las obvias resistencias dirán si esta
disminución habrá de ser paulatina o traumática.
Implica dejar de usar plásticos como envases y reservarlos
para usos imprescindibles.
Implica que muchos actuales electrodomésticos, otrora
movidos manualmente, vuelvan a serlo, con las debidas actualizaciones
materiales.
Ya expresamos que el presente trabajo, tiene limitaciones
monográficas, por los que abordajes transdisciplinarios,
incrementarían el listado de actividades suceptibles
de generar dióxido de carbono y actividades de sustitución que no lo generen o
minimicen dichas emisiones.
Todo esto implica significativos cambios en los estilos de
vida que hasta ahora veníamos desplegando, incluso como lo habían hecho las
generaciones anteriores, pero este es el desafío de la hora.
Sabemos que este tipo de consideraciones, causan
escozor o irritación en muchas personas. Lo percibimos cuando tratamos el
tema con nuestras relaciones más cercanas.
Pero los estudiosos tenemos una función social que cumplir
y no debemos ocultar lo que va surgiendo de nuestras investigaciones.
No hemos dicho cosas que puedan sorprender a iniciados, pero
creemos que hay una brecha entre el tipo de conocimiento que se maneja entre
ellos y lo que llega al grueso de la población, aunque debe reconocerse que con
cierto grado de apaciguamiento los medios de comunicación comienzan a irradiar
estos contenidos. La ecología no es una activad pintoresca o simpática, como se
la quiso hacer pasar décadas atrás.
Hace a la posibilidad de la continuidad de la saga humana
sobre este planeta azul.
Buenos Aires, 9 de marzo de 2008
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