CAVILANDO SOBRE LA CRISIS GLOBAL EN CURSO
(POR UNA ARGENTINA "CASI" SIN AUTOMOTORES SIN
PLÁSTICOS, SIN ELECTRODOMÉSTICOS...)
Por Alfredo Armando Aguirre
https://choloar.tripod.com/choloar.html
Corren, los primeros días de diciembre de 2008,y
redactamos esta suerte de "botella al mar",situados en la banda
Occidental del Río de la Plata( Área metropolitana de Buenos Aires), pasados
cuatro meses los 61 años de parábola existencial.
Como que somos sensibles al contexto, seguimos con
trepidación vital, los turbulentos tiempos planetarios condicionados por
nuestra peculiar "geocultura".
Por esos días, solemos pensar que, bien podríamos
"cerrar el pico", porque, circula por nuestro s adentros, que ya
dijimos (y con mucha anticipación), lo que teníamos que decir. Pero hay una
fuerza interior que nos compele a seguir comunicando, no tanto para los que ya
conocen nuestro prolongado discurso, sino en la esperanza, que llegar a alguien
que no lo conozca. Después de todo, con el advenimiento de Internet y la casi
inconmensurable posibilidad de difusión que ella brinda, uno nunca sabe, quien
puede ser el destinatario de mensajes emitidos, como dijimos mas arriba a modo
de "botellas al mar"
Con la sensibilidad predispuesta, en este caso el
"detonador" es una información aparecida el día de ayer (03/12/2008)
en la pagina 31 del periódico "Ámbito Financiero", de esta ciudad de
Buenos Aires. Allí se anuncia que: “El total de vehículos expuestos a riesgo en
el ejercicio 2007/2008 llegó en el mes de julio a
6.404.741(seis millones cuatrocientos mil y pico...).
Nosotros manejábamos la cifra de ocho millones de
vehículos circulando, lo cual podría sugerir que hay un margen circulando sin
seguro alguno. A efectos de dimensionar, cabe recordar que según el G-8,
circulan en el planeta alrededor de seiscientos millones de automotores
(600.000.000).
Anoticiados y concientes: de la liberación de la
cotización del oro en 1971; de la conferencia de Estocolmo de 1972, y de la
crisis de la OPEP de 1973, nos enrolamos desde el principio, en la corriente
contestataria sobre los efectos negativos del emblema de la versión industrial
de la civilización euro-americana u occidental: el complejo caminero-
automotriz. Y venimos señalando, el nefasto impacto que viene ocasionado en la
Argentina la entrada de dicho complejo, cuyos componentes distintivos han sido:
la Ley Mitre de 1907; la Ley de Vialidad Nacional de 1932; el régimen de la
industria automotriz de 1959, y lo que se conoce como "Plan Larkin"
en 1962.
Hoy ya no es novedoso, asumir que el “Cambio Climático
Global", que pone en duda la continuidad de la vida en el planeta, está
generado por el funcionamiento de esos seiscientos millones de motores de
combustión interna generando Dióxido de Carbono.
Pero hay otras fuentes emisoras del letal dióxido, así
como de otros emisores. Con lo cual la necesidad de hacer cesar esas emisiones
y "capturar y almacenar" lo que ya se emitió, sugiere no detenerse en
los motores de combustión interna, sino hacer extensivas las conductas
personales y las políticas publicas a minimizar la producción y empleo de
electrodomésticos y de plásticos.
Y sin soslayar en momento alguno la indesglosabilidad
de la realidad, a estas calamidades, vincularlas a la escasez de alimentos para
un planeta que ya se lo considera poblado mas allá de la capacidad de
sustentabilidad del mismo.
Es posible asumir al menos como una suerte de
hipótesis, que todo lo que acontece por estos días y horas a nivel financiero,
no es mas que uno de los efectos de la situación de
"insostenibilidad" o "insustentabilidad" a que hemos
llegado.
En el entendimiento que una parte significativa de la población
y la dirigencia argentina, evidencia una actitud de ensimismamiento,
encapsulamiento o parroquialismo; pareciera, que no hay una toma de conciencia generalizada,
de las advertencias que se venían haciendo desde calificados foros.
Así, por las convulsiones internas por todos conocidas,
pasaron desapercibidos los contenidos de la reunión ampliada de líderes
mundiales en Hokkaido, y los del documento suscripto en Washington el pasado 15
e Noviembre por 21 Jefes y Jefas de los países considerados más significativos
del orbe, Argentina entre ellos.
A ese "ensimismamiento" se suma, o forma
parte de él, una suerte de inercia en lo que hace a la capacidad de formulación
e implementación de políticas publicas.
Nos resulta llamativo, a pesar de la turbulencia
institucional argentina (aun considerada la que se percibe a partir de
diciembre de 1983), la continuidad de las políticas públicas, particularmente
en materia de producción y servicios públicos).
Hemos asumido esto, a partir de diferenciarnos de esa
"continuidad", y a riesgo que se nos considere opositores a los
sucesivos gobiernos, al menos somos contestatarios sobre esa continuidad en
materia de política publica, que no esta por cierto desglosada de la
"continuidad " que se percibe también en las conductas particulares.
Nuestra dirigencia no vive en un "tapper", sino que es representativa
de los comportamientos, de al menos de los que tienen alguna capacidad
adquisitiva.
La minoría de argentinos pudientes, acredita un perfil
de comportamientos económicos distintos a la mayoría de argentinos pobres o
empobrecidos.
Hay mucho de diferencias de pautas culturales, pero
uno podría formular el contrafactual, de que pasaría si esos que no tienen
poder adquisitivo, lo tuvieran...
Bueno lo concreto es que postular un proyecto de
modelo de país(que de eso se trata) CASI sin automotores, casi sin
electrodomésticos, y casi sin plásticos, se contrapone al "témpano"
del cual la magnitud de los mas de seis millones de automotores circulando,
opera a modo de "iceberg".
Ante nuestras propuestas casi en soledad: de
Racionamiento energético, de reconversión industrial, de recapacitación laboral
y de "neorruralización", asistimos al anuncio de políticas públicas que,
con la finalidad de atenuar la crisis, intentan promover el consumo de
automotores y de electrodomésticos.
Tomamos conocimiento de la aprobación en tiempo y
forma de un presupuesto nacional, que mantiene el comportamiento inercial en
matera de construcción y mantenimiento de caminos.
No desconocemos que hay anticipos y
"pródromos" de medidas direccionadas en el mismo sentido de las que
propiciamos. Tampoco se nos escapa que hay personas obrando en consecuencia
hacia un cambio substantivo en sus estilos de vida. Pero seguimos siendo
"alternativos" o "marginales " a la "corriente
principal" de las políticas públicas y del comportamiento de los sectores
formales y aun de los informales de la población.
En los últimos años, hemos tomado contacto (merced a
las posibilidades que brinda la Internet y contando con la ventaja de leer en
otros idiomas que el español) con contenidos en ingles, coincidentes con
nuestra ya larga y a veces pensamos que fatigosa prédica. Esas coincidencias
nos han servido de estímulo ante nuestra "soledad".
Y es curioso como los generadores de esos contenidos,
también advierten, una suerte de resistencia de la población en general, a
asumir que ciertos estilos de vida se tornan insostenibles o insustentables.
Últimamente hemos leído la postura de comenzar a
actuar en el sentido de pasar de la condición de "alternativos " a la
de "corriente principal".
Ya están circulando en los medios de comunicación
argentinos contenidos alusivos a la globalización, a los "empleos
verdes" y demás practicas consideradas saludables.
En estos comportamientos, todavía asumidos por
reducidos sectores de la población, estriba nuestro estimulo para continuar
nuestras prédicas.
Después de todo, los pioneros siempre han pagado el
precio de la soledad.
(Buenos Aires, 4 de diciembre de 2008)